8 de febrero de 2014

Ejercicios y ayudas para evitar sobreoperar en una sesión de trading. Parte 1.

A continuación detallo una serie de ejercicios que me han resultado muy efectivos para evitar la sobreoperación. Si a un indisciplinado como yo le han resultado, pienso que servirán para la mayoría. Antes de explicarlos es muy importante dejar claro que un trader no puede convivir toda la vida con este método, ya que su trabajo de largo plazo es el de neutralizar las sensaciones que le llevan en última instancia a ser indisciplinado, y a sobreoperar.

El objetivo de estos ejercicios es el de constituir un “cortafuegos” en la etapa inicial del trader, con objeto de evitar la sobreoperación. Si el aspirante a trader va ejercitando su mente, y orientándola hacia el entorno y reglas del trading, dejará de necesitar llevar a cabo estos ejercicios que describo. Simplemente llegará el día en el que no sobreoperará. La naturaleza de su mente verá “extraño” e incómodo sobreoperar y por lo tanto no lo hará. Le resultará tan incómodo sobreoperar que no le saldrá hacerlo ni querrá hacerlo.

Algo que hay que asimilar con profundidad es que el objetivo de un aspirante a trader ha de ser cumplir los ejercicios sin dudarlo ni un solo momento. Una sesión negativa económicamente cumpliendo perfectamente los objetivos es como haber pagado un gran curso de coaching. Ganar en una sesión 200€ no hace avanzar, puesto que al día siguiente es fácil perderlos. Cumplir los ejercicios marcados sí que hace avanzar puesto que va forjando la actitud que nos hará ganar, más o menos dinero, de forma consistente.  

Ejercicio de limitar las operaciones y las pérdidas diarias:
Mi sistema de trading inicial planteaba una pérdida máxima diaria de 50€, y así mismo, un máximo de 3 operaciones no positivas (sin alcanzar el objetivo): si en una sesión alcanzaba esta pérdida, o bien, abría y cerraba 3 operaciones que no cumplían mi objetivo de beneficios, mis reglas me dictaban que debía cerrar mi plataforma. Además, al día siguiente no podía hacer trading, como penalización (así también lograba alargar el proceso de aprendizaje, lo que facilitar asimilar mentalmente el proceso) Esto es durísimo de llevar a cabo porque la tentación del aspirante a trader siempre es la de tratar de recuperarse, pero un poco de Pávlov me ha ayudado mucho. Además, cuando alcanzas estas restricciones el trader siempre se autoconvence de que el siguiente trade va a hacerlo con mayor tranquilidad, que va a ser más selectivo, y en definitiva, que va a ser ganador. Saltarse estas restricciones suele conducir a una oleada de operaciones negativas, errores operativos, y en definitiva, una gran pérdida de control y desastre económico durante esa sesión. Lo digo por mi experiencia, y por conversaciones mantenidas con otros traders.

El trader no es consciente de que con estas acciones ha retrocedido en su carrera por modificar y reorientar su mente hasta que no está ajeno a la sesión de trading. Por lo tanto, la clave es, tras un mal trade, darse unos minutos para que la mente se oxigene y no caiga en el síndrome del “piloto automático”.

Ayuda para su cumplimiento:
*Yo me ponía una alarma con música en el móvil (todavía lo hago) para que me sonase cada 30 minutos. Cada vez que sonaba debía levantarme de la silla y salir de la habitación, permaneciendo fuera por unos minutos (3-4 minutos). Me iba a beber agua, estiraba un poco la espalda, etc. Con esto basta. Digamos que la mente “despierta” y vuelve a la Tierra de nuevo, zafándose de la hipnosis que causa la oscilación del precio. Estos 3-4 minutos pueden salvarte.

*Alternativa: En el caso de que tuviese una mal trade (ya fuese por saltar el stop, o porque yo la cerrase al entender que no había sido una buena apertura de posición) mis reglas me ordenaba bajar la pantalla del portátil y salir de la habitación. A la vuelta, y antes de volver a concentrarme en las velas del gráfico, mis reglas también me obligaban a escribir en mi diario de operaciones los motivos que yo pensaba que habían causado la mala operación.

*Alternativa: durante unos meses, cada vez que un trade resultaba negativo, teníamos acordado con otro aspirante a trader (no nos habíamos visto nunca) que había conocido en un foro, llamarnos telefónicamente. La respuesta a esa llamada por parte del “compañero” era un mensaje de calma, de ánimo y que sobretodo cumpliese las normas, porque a eso se reducía todo.

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