No
obstante, en otros post trato otros tipos de obstáculos que se le plantean a un
aspirante a trader, ya sean relacionados con sensaciones o con hábitos.
Sobreoperar
se identifica con una conducta mediante la cual abrimos operaciones sin que
estas respondan a señales determinadas en nuestro sistema de trading.
Normalmente se trata de un comportamiento que llevamos a cabo cuando estamos
dentro de un síndrome de piloto automático, como yo lo llamo, dejándonos
llevar. Las sensaciones y la impulsividad nos controlan.
Esta
conducta está motivada por un dominio de las sensaciones sobre el plan
establecido. Es decir, yo tengo un plan de trading que me indica que hoy voy a
abrir operaciones si se dan una serie de circunstancias, que si esas
circunstancias no se dan pues no abriré operaciones, y que si alcanzo una
pérdida máxima diaria deberé cerrar mi plataforma, y hasta otro día fiesta.
La
sobreoperación puede deberse a que el plan ha salido mal, y supone la negación
a asumir que me he equivocado. Todas las horas dedicadas al confeccionar el
plan de trading se han ido al garete, y el aspirante a trader niega que eso
pueda haber ocurrido. Por lo tanto, necesita generar una ganancia, aunque sea
pequeña, para ganar al mercado y demostrándose a sí mismo que tenía razón, y
que el plan estaba bien hecho.
Se
tiende a decir que es por una cuestión de “ego”, aunque yo esta palabra la
asocio a alguien que necesita ganar al mercado para alardear a sí mismo lo
bueno que es. La entiendo como peyorativa (tener el ego muy alto) No estoy
de acuerdo en que todos los casos sean de ese tipo. Yo añadiría también el
concepto de “autoestima”, esencialmente porque un aspirante a trader que falla
en una operación no busca únicamente salirse con la suya, sino ser capaz de
poder hacerlo bien. Así pués, tenemos un comportamiento que puede ser
debido al “ego” (ese niño que siempre quiere ser el primero, aunque haya otro
que lo sepa hacer mejor, y que además se lo reconozcan) y un mismo
comportamiento que puede ser debido al “autoestima” (ese niño que quiere que le
reconozcan que no lo hace mal del todo o que lo hace bien, pero que no necesita
ser el número uno para estar contento)
Podéis
analizar cuál es vuestro caso. El mío estaba más relacionado con el segundo, ya
que mi necesidad era la de convencerme a mí mismo de que yo era capaz de
ganarme la vida con el trading, pero tenía muy claro que iba a haber muchas
operaciones perdedoras por el camino. Yo quería ganar dinero consistentemente y
vivir del trading, pero no necesitaba ser un fuera de serie, y mucho menos
necesitaba sentirme dominador del mercado, como si este estuviese a mis pies.
Uno de mis ejercicios fue el de hacerme un pequeño
plan, mediante el que según la respuesta que yo diese ante un estímulo, llevase
asociado un premio o un castigo. Puro conductismo del sencillo:
A mi
me encantaba ver el mercado. Operase o no me encantaba (y me encanta) abrir mi plataforma de trading con mis
gráficos y seguir la sesión, independientemente de que operase o no. Lo
que hice fue coger un calendario de un mes completo y señalé en cada día, y de
forma aleatoria, el número de operaciones máximas que podía llevar a cabo.
Ej:
Mes
Junio:
Lunes
día 3: 2 operaciones
Martes
día 4: no operar.
Miércoles
día 5: 4 operaciones
Jueves
día 6: 1 operación
Y así
durante 1 mes completo.
El
objetivo de ese mes era, únicamente, respetar el número de operaciones máximas
que poder llevar a cabo. Sólo respetarlo, sin excederlo. Parece sencillo, ¿verdad? Respecto a la sobreoperación yo era como
un alcohólico que necesita beber, como se describe muy bien en un famoso libro
de trading, de forma que debía obligarme a mí mismo a respetar un método
establecido libremente por mí mismo. Daba igual que ganase o perdiese dinero durante
ese mes (operaba con pocos lotes) El único propósito era respetar el nº máximo
de operaciones.
Como yo
era consciente en ese momento de que podía tener algún día de descontrol, de
forma inconsciente, añadía a ese método la regla de que si un día no lo cumplía,
al día siguiente no podía ni siquiera abrir mi plataforma. Por otro lado, si
cumplía estrictamente este programa durante 2 días seguidos, sumaba una posible
operación más al tercer día de trading.
Esto
era una forma de infringirme a mi mismo un castigo en caso de “saltarme las
reglas” y premiarme en el caso de seguir el programa previsto.
Al
pensar en este pequeño programa y sus normas caí en la cuenta de que podía
estar “obligándome a operar”, pero no era necesario que yo abriese ni una sola
operación, sino solamente que no excediese en número de operaciones diarias permitidas,
pasase lo que pasase. Además, se trataba de reconducir una mala conducta que yo
tenía, únicamente para aprender a controlar las reglas que yo me autoimponía
para trabajar el trading. Posteriormente ya trataría de reconducir de nuevo mi
conducta para llegar a donde yo quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario