La motivación para llegar a convertirme definitivamente en un trader independiente
económicamente, y por tanto hacer viable mi objetivo de ser un profesional del
trading,
ha de respaldar todos los esfuerzos que estoy llevando a cabo, y los
que me quedan por hacer.
Llevo tiempo siendo consistente
en los pequeños rendimientos que logro, y aun notando una evolución cada vez
mayor en mi comportamiento y en mi trading, sigo cometiendo errores que me han
tenido estancado durante mucho tiempo, y que todavía dificultan mi objetivo
final.
La motivación ha de
posibilitarme una gran dedicación de horas a lograr mis propósitos, a pesar de
tener un trabajo que me ocupa de 8h-15h, así como 1 tarde a la semana hasta
última hora. También ha de permitirme invertir la mayor parte de esas horas en
tareas relativas a reorientar mi mente al trading, en el estudio del
comportamiento, a lectura de libros de psicología y de conductismo, a leer y
reflexionar sobre experiencias de otros, y en definitiva, a otras cuestiones
diferentes a abrir operaciones, que es lo que a todos nos suele divertir en
mayor medida.
La motivación me ayuda a no
solamente hacer cosas que me divierten, puesto que mi objetivo no es unicamente el de
divertirme, sino lograr convertirme en un trader económicamente independiente.
Ejercicio:
He dibujado un diagrama en forma
de árbol en el que a partir de la palabra MOTIVACIÓN trazo una serie de líneas
que, a mi modo de ver, son las tareas que he de llevar a cabo, procesos que he
de ir atravesando, y situaciones y sensaciones que tengo que vivir. De ese modo
tengo un dibujo que me explica por qué hago lo que hago, y el avance en el
estudio y formación que estoy llevando a cabo.
Ese es mi plan de
trabajo/formación. Por lo tanto, aproximadamente un 80% del tiempo invertido lo
dedico a cuestiones diferentes a abrir y cerrar operaciones, o trazar líneas de
tendencia.
El hábito para el trading es algo esencial, y para una persona tan
indisciplinada como yo, esencial al cuadrado. En este caso no me refiero a las
rutinas que son necesarias para estar en condiciones óptimas de hacer trading (ya sea intradía o
swing) sino precisamente para efectuar el proceso de grabarse los conceptos y
rutinas necesarios. Por un lado hay que asimilarlos, pero por otro lado es
necesario que la mente los recuerde y los haga de forma automática.
Ejemplo: el ejemplo más claro
que se me ocurre es el de lavarnos los dientes después de cada comida. Por un
lado está la comprensión/asimilación de que es importante tanto por salud como
por estética lavarse los dientes todos los días después de cada comida. Pero si
no tenemos el hábito de lavárnoslos se nos pasará por despiste, o por las
prisas que solemos llevar en nuestro día a día. Sin embargo, cuando nuestros
padres nos lo recuerdan a diario durante una época de nuestra niñez, y
simplemente lo repetimos continuamente día tras día, llega un momento en el que
nuestra mente recuerda, nada más terminar de desayunar, comer o cenar, que
tenemos que lavarnos los dientes. En este caso, debido a la edad, comenzamos a
tener la rutina más por la insistencia de nuestros padres que por haber
comprendido/asimilado por nosotros mismos que es necesario lavárnoslos después
de cada comida. Este hábito se incorpora a nosotros casi como la sensación de
sueño que nos entra por las noches. Es decir, es algo natural, algo no buscado,
ni que es necesario esforzarse por recordar.
Ejercicio:
Se recitar mi plan de trading de
memoria. Tengo perfectamente claro que es necesario cumplirlo a rajatabla, y
que todo él está basado en mi experiencia, mi observación y mi conocimiento,
pero hubo una etapa de mi formación como trader en la que en ocasiones se me
pasaba por alto aplicarlo. Yo iba directamente a tradear, y si el síndrome del
piloto automático me atrapaba, mi plan de trading se esfumaba de mi mente. Es
cierto que tenía mi plan de trading muy presente, pero dista mucho tenerlo
presente que cumplirlo a diario, sin excepción.
Copiar varias veces, durante
todos los días, mis normas de trading me ayudó a poder tenerlo grabado
continuamente en mi mente. Se convirtió en una voz que recordaba las frases en
las que éste se sostenía. Cuando me surgía una duda o iba a tomar una decisión,
ahí aparecía en mi mente esa frase que me recordaba con nitidez si ese era el
plan a seguir o no. Por otro lado, el tener impreso y plastificado un resumen
de mi plan de trading, de forma que nada más abrir mi portátil tuviese que
verlo y leerlo, me ayudó a generar la rutina de clarificarlo y revisarlo antes
si quiera de abrir la plataforma.
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